Pronunciamiento de la Junta Directiva de la Asociación de Medios de Información con relación al Reglamento de Libertad de Medios de Información
La Junta Directiva de la Asociación de Medios de Información (AMI) ha examinado en la reunión mantenida en el día de hoy la propuesta de Reglamento de Medios de Información publicado el pasado septiembre por la Comisión Europea.
Los medios de información reunidos en AMI comparten y aprecian la importancia que la Comisión Europea atribuye a los medios de información como sector clave para la recuperación inclusiva y sostenible de la economía europea, así como para dinamizar la transición ecológica y digital de nuestra sociedad.
También compartimos la necesidad de que las fuentes de información sean protegidas frente a toda injerencia, de manera que no puedan repetirse casos como el ocurrido en las Islas Baleares en el que un juez ordenó la incautación de los móviles de dos periodistas y el registro de las sedes de dos medios de información con el objetivo de descubrir las fuentes periodísticas de unas informaciones concretas. La libertad de información protegida en nuestra Constitución está indisolublemente unida a la protección del secreto de las fuentes, como históricamente ha reconocido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. AMI aplaude el reconocimiento normativo del secreto de las fuentes en el futuro Reglamento de Libertad de Medios de Información.
Por lo que respecta a la distribución de contenidos informativos a través de las plataformas digitales, las previsiones contenidas en el futuro Reglamento de Libertad de Medios de Información resultan insuficientes para garantizar el derecho de información de los ciudadanos. Los medios de información observamos con profunda preocupación el papel de las muy grandes plataformas en la distribución de contenidos y la censura ejercida por las mismas que retiran y degradan las informaciones generadas por nuestros medios sobre los temas que de verdad importan a la sociedad: informaciones sobre los grandes conflictos humanos, informaciones sobre las guerras y sus consecuencias, informaciones sobre la violencia ejercida contra personas vulnerables. Estas informaciones no generan likes ni emoticonos sonrientes en las redes sociales, pero son informaciones que contribuyen de una manera decisiva a la formación de la conciencia y el juicio crítico de los ciudadanos ante los hechos que de verdad importan y que transforman nuestra sociedad. La Comisión Europea exigirá en el futuro Reglamento de
Libertad de Medios de Información que las plataformas expliquen a los medios de información el por qué de sus decisiones de retirada de contenidos. Esta previsión resulta absolutamente insuficiente para salvaguardar que los medios de información puedan distribuir con libertad y sin temor a la censura de las plataformas las informaciones que generan el conocimiento en nuestra sociedad, facilitando así a los ciudadanos la adopción de sus decisiones con la libertad que sólo la información otorga.
Los medios de información tampoco podemos compartir la pretensión de la Comisión Europea de incrementar las restricciones a la concentración de los medios de información. Las operaciones de concentración son un mecanismo de resiliencia cuando el mercado no permite a los diferentes actores mantenerse en solitario. Sólo facilitando la concentración de los medios de información se estará asegurando la perdurabilidad de muchos medios de información.
Profundo rechazo producen todas las medidas contempladas por el futuro Reglamento de Medios de Información para limitar la labor del editor al mero establecimiento de líneas generales editoriales. El Reglamento de Libertad de Medios no puede establecer limitaciones que conlleven una injerencia en la propiedad privada ni en el funcionamiento y organización de los medios. Los editores de medios de información responden diariamente ante sus audiencias de la veracidad de sus informaciones y con su patrimonio y reputación también ante los tribunales, a diferencia de lo que ocurre con las redes sociales que distribuyen desinformación y alientan con frecuencia discursos de odio sin ningún tipo de responsabilidad. El editor es el único sujeto responsable a nivel moral, jurídico, financiero y político respecto de los contenidos que sus medios publican. Los medios de información reunidos en AMI rechazamos frontalmente la limitación recogida en el futuro Reglamento de Libertad de Medios de que la actuación del editor deba constreñirse a la mera indicación de una línea editorial general. Esta limitación pone en cuestión la libertad de prensa así como la libertad de inversión y de empresa.
Asimismo, los medios de información agrupados en AMI hacemos un llamamiento muy especial a la Comisión Europea para defender los medios locales. La utilización de rankings para determinar los criterios de distribución de publicidad institucional puede no ser siempre un instrumento idóneo, dado que los mismos no consideran unidades inferiores a la Comunidad Autónoma. Ello puede comportar el riesgo de que los medios locales de sólida implantación en su esfera de cobertura se vean privados de unos ingresos que les son necesarios y que se corresponden con su posición en el mercado, aunque ésta no esté medida por rankings que no contemplan los territorios inferiores a la Comunidad Autónoma como unidad de medida.
Por último, queremos recordar que los Tratados de la Unión Europea reservan la competencia sobre política general de prensa y de medios de información a las autoridades nacionales, por lo que no existe justificación alguna para armonizar la legislación a nivel comunitario, ni mucho menos para poner a la prensa bajo la supervisión de un “Consejo Europeo de Servicios de Medios de Comunicación” con la participación de la Comisión Europea.
Los medios de información reunidos en AMI invitamos a la Comisión Europea a revisar el futuro Reglamento de Libertad de Medios de Información, de forma que el mismo garantice la adecuada sostenibilidad de la prensa y el acceso libre de los ciudadanos a las informaciones producidas por nuestros medios, respetando siempre a los editores que arriesgan su patrimonio y responden ante el mercado de sus actuaciones.