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Más de 1.000 periodistas han sido asesinados en la última década ejerciendo su profesión

A Safer World for the Truth, un proyecto colaborativo entre Free Press Unlimited (FPU), el Comité para la Protección de Periodistas, (CPJ) y Reporteros sin Fronteras (RSF) confirma que desde el año 1992 han sido asesinados 1.402 periodistas en el mundo, y perdieron la vida mientras realizaban su trabajo, que no es otro que descubrir y difundir la verdad. Especialmente en lugares donde no existe capacidad institucional ni voluntad política de parte de las autoridades para evitarlo.

El proyecto tiene como objetivo trabajar para lograr justicia para los crímenes cometidos contra periodistas, y surgió para documentar y realizar investigaciones sobre casos de asesinatos impunes, contar sus historias, obtener justicia y, juntos, “crear un mundo más seguro para la verdad”.

De esa forma, A Safer World for the Truth engloba una serie de investigaciones de casos en los que un periodista haya sido asesinado por hacer su trabajo. La idea es que, a través de estas investigaciones, se revelen nuevos hechos e información sobre los asesinatos. Además, la iniciativa pretende usar la información para contar las historias de estos periodistas a través de distintas piezas en los medios.

Como parte del proyecto, se ha creado un Monumento virtual empleando los datos recogidos por una base de datos que monitorea las  agresiones a la prensa. Esta base de datos pertenece al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). En la última década, la cifra supera el millar de muertes.

Medio centenar de periodistas fallecidos en 2020

Ser periodista en la España en democracia es fácil y es casi imposible ser víctima de un asesinato por el mero hecho de trabajar en un medio de comunicación. Por desgracia, no es así en todas partes.  El pasado 2020, entre el 1 de enero y el 15 de diciembre, se registraron 50 muertes de periodistas, según cifras de Reporteros sin fronteras (RSF).

Desde la organización, confirman que “esta cifra se mantiene estable con respecto al año pasado (53 muertes en 2019),  a pesar de que las coberturas informativas se han reducido debido a la pandemia”.

Aunque se piensa que estas muertes solo se producen en países en guerra, la realidad no es esa. “En 2016, el 58% murieron en zonas de conflicto, mientras que, los últimos datos, muestran que la proporción es de apenas el 32% de periodistas asesinados en zonas devastadas por la guerra (Siria, Yemen) o plagadas de conflictos de media o baja intensidad (Afganistán, Irak)”, según RSF, que muestra que la cifra de asesinatos de periodistas en naciones en paz se sitúa por encima de dos tercios (68%), en países como México (8 asesinatos), India (4), Pakistán (4), Filipinas (3) y Honduras (3).

En la mayoría de los casos, no se trata de situaciones aisladas o accidentes. “De la totalidad de periodistas asesinados en 2020, el 84% fueron señalados y eliminados de forma deliberada, frente al 63% de 2019. Algunos de estos crímenes han sido especialmente atroces”, detalla RSF.

El secretario general de RSF, Christophe Deloire, declara que: “La violencia del mundo sigue azotando a los periodistas”. Y continúa: “Una parte del público considera que los periodistas son víctimas de los riesgos de su oficio, pero cada vez sufren más ataques cuando investigan o informan sobre temas delicados. Lo que se ha debilitado es el derecho a la información, que es un derecho de todos los seres humanos”.

Periodistas fallecidos en plenas protestas

La mayor parte de las muertes en 2020 han sido debidas a investigaciones relacionadas con casos de corrupción local y malversación de fondos públicos, un total de 10. Le siguen las relativas a la mafia y el crimen organizado, con cuatro. “Lo que sí es una novedad en 2020 es que siete periodistas fueron asesinados mientras cubrían protestas”, señalan desde la organización.

Aunque no todos son asesinados. Según Reporteros Sin Fronteras, a finales del año pasado había 387 profesionales de medios en prisión “por hacer su trabajo de información, una cifra en máximos históricos en lo que se refiere a periodistas encarcelados”.