Discurso de José Joly, Presidente de AMI, en el acto de entrega de los Premios AMI 2022

Excelentísimo Embajador de Ucrania, querido presidente de WAN IFRA, compañeros de la junta directiva de la Asociación de Medios de Información, patrocinadores Google, Endesa, Telefónica, Cedro, Protec Media y Chartbeat, queridísimos periodistas premiados, señores y señoras, amigos todos.
Hoy es un día grande para todos los que amamos el periodismo y creemos en la capacidad transformadora que la información produce en la sociedad.
La junta directiva de la Asociación de Medios de Información decidió en su sesión del pasado mes de octubre reconocer y honrar la labor de todos los periodistas de nuestros medios que, desde el comienzo de la salvaje guerra en Ucrania, se han desplazado sobre el terreno para hacer posible con su testimonio que la sociedad española conozca el horror de lo que allí está ocurriendo. Entre los periodistas que hoy reconocemos se encuentran Marc Marginedas -corresponsal de El Periódico de Catalunya, cautivo del Estado Islámico durante casi seis meses-, Javier Espinosa – corresponsal de El Mundo, también prisionero del Estado Islámico durante 194 días- y Mónica García Prieto -corresponsal de Vocento que tristemente perdió a su pareja Julio Fuentes asesinado en la guerra de Irak-. Cualquier otra persona con cualquier otra ocupación que hubiera vivido unas experiencias como las que acabo de narrar hubiera abandonado la posibilidad de acercarse de nuevo a un frente de batalla y de enfrentarse una vez más a los peligros que ello conlleva. Pero el periodismo, siempre lo he dicho, no es una profesión, sino una forma de concebir la vida, una vida que solo existe desde la excepcional vocación de servicio al otro. Y ello es especialmente cierto en el caso de todos los profesionales cuyo trabajo reconocemos hoy, y que han reunido en este salón a medios muy diversos en un esfuerzo colectivo de todos por rendir homenaje al valor del periodismo.
La guerra en Ucrania, la primera gran guerra en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, representa un desafío para todos. Una guerra que ha puesto en jaque el orden mundial, los derechos humanos reconocidos por la Convención de Ginebra y la estabilidad con la que hasta ahora todos vivíamos.
En medio de una profunda crisis y con un entorno de dificultad evidente, los medios de información españoles han dado un paso al frente y han realizado un esfuerzo inmenso por enviar más allá de la frontera de Polonia a 57 periodistas, 46 hombres y 12 mujeres, cada uno con una historia personal detrás, una historia de bravura, una historia de miedos, una historia de familia y una historia también de soledad.
Nuestros profesionales hoy premiados, por encima de cualquier otra consideración, son personas decididamente comprometidas con la información, con vocación de facilitarnos su testimonio para que los ciudadanos podamos entender, pensar, sentir aquello que está ocurriendo en territorio ucraniano.
Los periodistas hoy premiados, estoy seguro, han vivido momentos de riesgo para su integridad personal, momentos de alivio cuando las sirenas se detienen, momentos de euforia cuando en su mano ha estado aliviar el sufrimiento de otros, momentos de indignación cuando sus ojos son testigos de los comportamientos más innobles, y de frustración cuando visualizan el sufrimiento de los inocentes. También han vivido momentos de asombro ante la heroicidad de quien, en situaciones extremas, es capaz de anteponer la vocación de servicio y ayuda al otro por encima de los egoísmos personales.
Hoy estamos aquí todos reunidos para deciros que vuestro trabajo importa, que las dificultades que vivís no son en vano, que el testimonio que todos y cada uno de vosotros nos brindáis permiten a nuestros medios y a toda la sociedad española formar su conciencia colectiva, tomar posición frente al horror y, con todo ello, ser más humana, compartiendo el dolor de los que sufren y reaccionando con solidaridad para aliviarlo. Estamos orgullosos de todos y cada uno de vosotros.
Los premios que entregamos hoy son también un premio a vuestras familias, que de forma generosa renuncian a vosotros para que el mundo entero pueda tener vuestras informaciones.
Vivimos tiempos complejos en los que la información fiable y acreditada cobra más valor que nunca. Tiempos de incertidumbre en los que las redes sociales favorecen la polarización y son fuente de desinformación, generado con ello confusión y desapego hacia las instituciones.
Los medios de información tenemos la obligación de aportar a la sociedad información contrastada y veraz que permita a los ciudadanos entender y juzgar lo que ocurre. La Carta Universal de Derechos Humanos de la Naciones Unidas consagra en su artículo 19 el derecho de todo individuo a la libertad de opinión y expresión, así como el derecho de investigar, el derecho a recibir informaciones y opiniones y el derecho a difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Queridos amigos aquí reunidos, nuestro privilegio es muy grande. Nuestra responsabilidad para con la sociedad, también. Ejerzamos nuestro oficio con valentía y dignidad y seamos siempre conscientes del poder transformador que la información ejerce sobre las sociedades. Los medios de información reunidos en la Asociación de Medios de Información somos muy conscientes de las dificultades que presenta el periodismo actual, en un marco en el que las redes sociales han despreciado la credibilidad, que sólo el conocimiento especializado aporta, para premiar los mensajes virales, los vídeos de gatitos o los extremismos más dañinos. El entorno es duro, pero nuestro compromiso con la información y con los ciudadanos es más fuerte que las dificultades a las que nos enfrentamos. Hagamos nuestro trabajo con valentía y responsabilidad y no perdamos nunca de vista el importante valor de nuestra profesión para la sociedad.
Quiero terminar mis palabras con el recuerdo a Julio Anguita Parrado, a Julio Fuentes, a José Couso, todos ellos tristemente muertos en acto de servicio. También quiero reconocer y honrar a todos los periodistas de televisión, de radio y de otros medios de comunicación que también cubren esta guerra.
A todos, muchas gracias por vuestro trabajo.