La historia de Universo Centro: “Cualquier cosa, menos quietos”
Un reportaje publicado por El Mundo se adentra en una de las redacciones más excéntricas y humildes del planeta: la del colombiano Universo Centro.
“Cualquier cosa menos quietos”. Así reza el lema de una de las publicaciones más excéntricas, humildes, pero a la vez exitosas (si hablamos de reconocimiento de crítica y público) del mundo. Su sede: un maltrecho local –al que sus redactores llaman “antro”- en el Parque del Periodista, en centro de Medellín. Hablamos de Universo Centro.
Un reportaje del diario El Mundo visita este particular diario. Una publicación en la que cabe de todo: humor, reportajes, fotografías, poesía… Por sus páginas han pasado no solo periodistas de reconocido prestigio, sino escritores, poetas, filósofos, fotógrafos…De hecho, el equipo de Universo Centro ha sido reconocido con los premios de periodismo más importantes de Latinoamérica y su presencia es obligada en grandes acontecimientos culturales como el Festival Gabo.
Las fotografías son una de las señas de identidad de Universo Centro. Como las crónicas y reportajes, centradas en muchos casos en lugares de Medellin en los que nadie se atreve a meterse.
“Es un periódico especial que contradice muchas lecciones que nos contaban sobre lo que iba a pasar con los medios, regalando papel, apostando por las historias largas y demostrando que a la gente le interesa leer”. Lo dice Alfonso Buitrago, uno de los colaboradores del diario, a quien, en parte, no le falta razón. Su supervivencia durante este tiempo es una incógnita hasta para sus creadores. “Ya logramos la hazaña de llegar al número 100 gracias a las donaciones de nuestros lectores, a partir de ahora no sabemos qué nos espera”, cuenta en el reportaje Juan Fernando Ospina, director y responsable de fotografía.
Sus lectores en la web alcanzan los 150.000 al mes, aunque su tirón más “mediático” está en sus páginas de papel. 20.000 ejemplares en formato tabloide editan cada mes de forma gratuita con temas de todo tipo. Después, los reparten por varias ciudades de Colombia, y en especial, por Universidades, donde triunfan entre los estudiantes.
Más allá de los formatos y los contenidos, su estilo crítico, irónico e irreverente ha sido un factor clave para que el diario haya alcanzado una década de vida. Tanto es así, que se estudia en las escuelas de Periodismo de Colombia y su editor, Pascual Gaviria, recuerda que publicar en el diario es un orgullo, aunque en el 90% de los casos, no tengan con qué pagar.