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El Banco de la República de Colombia, la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la Biblioteca Luis Ángel Arango dan a conocer “Los papeles de Gabo”, unos textos inéditos hasta ahora del maestro de periodistas Gabriel García Márquez.

“Por último cesó el silbido de los frenos. La rueda calzó en el riel abrasado y el agobiador y polvoriento silencio del pueblo penetró el vagón. Era un silencio igual al pueblo, hecho de sus mismos y desolados ingredientes (…) No tenía más de 20 años ese silencio, pero su madurez, su devastadora experiencia le daban un aspecto secular y lo hacían parecer un silencio tan antiguo como el resplandor del polvo en las calles o como la claridad de los espejos que habían perdido la memoria de los últimos rostros. La sensación de la muerte estaba en uno”.

Con este desgarrador arranque, da inicio “Relato de las barritas de menta”, uno de los cuatro textos inéditos de Gabriel García Márquez que ahora sale a la luz. Todos ellos fueron escritos por el periodista y maestro de periodistas Gabriel García Márquez entre 1948 y 1952, coincidiendo con su trabajo en El Universal.

“Los papeles de Gabo”, como se les ha bautizado, suponen todo un descubrimiento para el público en general y que ahora se pone a su disposición gracias a los esfuerzos del Banco de la República de Colombia que los ha adquirido. Se trata de cuatro relatos: “Relato de las barritas de menta”, “Olor antiguo”, “El ahogado que nos traía caracoles” y un relato sin título. Todos ellos escritos que, junto a textos mecanografiados y manuscritos del entonces joven periodista, serán expuestos en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá.

Según los investigadores, el Relato sin título iba a formar parte de “Relatos de un viajero imaginario” y finalmente fue eliminado de la serie. De “El ahogado que nos traía caracoles” se conservan los únicos fragmentos que García Márquez escribió. Y en “Olor antiguo”, el periodista empieza a experimentar con influencias nuevas, acercándose al estilo de Ernest Hemingway.

El hijo de Gabriel García Márquez, Gonzalo García Barcha recordó que al novelista le gustaba romper los folios que no le servían. Y aseguró: “Yo creo que a Gabo le hubiera gustado ser como Vermeer. Le hubiera gustado que nadie jamás nos enteráramos de cuáles eran las costuras detrás de sus cuadros”.