El asesinato de un locutor de radio crítico con el Gobierno filipino dispara las alarmas en la prensa del país asiático
El periodista radiofónico filipino Percival Mabasa ha sido asesinado el 4 de octubre de un disparo realizado por dos hombres armados a bordo de una motocicleta cerca de su casa en la ciudad de Las Piñas, al norte del país asiático, cuando se dirigía a la redacción de la emisora DWBL donde trabajaba.
El archipiélago filipino es una de las regiones más peligrosas del mundo para los periodistas, cuyos asesinatos quedan en la mayoría de los casos sin resolver. El Comité para la Protección de los Periodistas, en un informe de octubre de 2021, situó a Filipinas en el séptimo lugar en su índice de impunidad mundial, con 13 asesinatos sin resolver.
El hermano del periodista, Roy Mabasa, ha exigido en un comunicado que se haga justicia sobre la muerte de su hermano y que sus “asesinos cobardes sean juzgados” ante un “asesinato brutal”, y definió a Percival como “un periodista sin miedo, un padre, marido, hermano y amigo.
El periodista había mostrado en reiteradas ocasiones una postura contraria a las administraciones del expresidente Rodrigo Duterte y del actual jefe de Estado, Ferdinand Marcos Jr. Mabasa se convierte así en el segundo periodista en ser asesinado desde que Marcos llegó al cargo. A mediados de septiembre, hace apenas unas semanas, el también periodista Rey Blanco fue apuñalado en Mabinay, en la provincia de Negros Oriental.
Tampoco conviene olvidar que la actual Premio Nobel de la Paz 2021, Maria Ressa, ex aequo con el ruso Dmitry Muratov, es una periodista que ha utilizado su medio de información online, Rappler, para “exponer el abuso de poder, el uso de la violencia y el creciente autoritarismo en su país natal, Filipinas”, como reconoció la academia sueca en la entrega del galardón.
Desde AMI, reiteramos nuestra firme condena a cualquier forma de violencia ejercida contra los periodistas y exigimos a la Administración filipina el esclarecimiento de los hechos.