
La llegada de los medios sociales y el uso de algoritmos en las webs de los medios digitales ha abierto un nuevo camino para la oferta de información a través de Internet.
Tradicionalmente, el leer una misma noticia y compartirla en tertulias y conversaciones creaba comunidad. Todos consumían lo mismo y se sentían orgullosos de ello. Con la digitalización de la prensa, esto no cambió en un primer momento. Los medios se aventuraron a ofrecer sus contenidos a través de la red, ofreciendo una experiencia unificada. Pero esto parece que empieza a cambiar. Ya son muchos los medios que empiezan a estudiar cómo beneficiarse de los medios sociales y los sistemas de algoritmos para ofrecer contenidos personalizados para cada lector.
Es el caso del The New York Times, que va a comenzar un ambicioso proyecto para personalizar la entrega de noticias. Pretenden basarse en la experiencia de cada lector para adaptarse a los intereses individuales. Al entrar en su web, cada persona verá una página principal basada en factores como temas que más le interesa, dónde vive o con qué frecuencia visita el sitio.
El vicepresidente ejecutivo y editor de innovación y estrategia de The New York Times, Kinsey Wilson, lo tiene claro: “Tenemos que dirigirnos a nuestro público uno a uno”, ha dicho sobre el proyecto. Y ya han empezado a hacerlo con pequeñas pruebas, como personalizar las alertas de noticias en función de la ubicación del lector o incluir una casilla personalizada en la pantalla de inicio con los artículos que puede interesarle más o los que aún no ha leído.
Pero The New York Times quiere ir más allá y evalúa varias ideas para ofrecer contenidos personalizados. Una de ellas es que las noticias vayan desapareciendo de primera línea cuando ya han sido leídas, o que aparezcan destacadas las más importantes cuando el lector acude al sitio con poca frecuencia.
Desde el diario neoyorkino conocen el riesgo de lo que plantean, ya que aún no se sabe cómo reaccionará el lector ante esta nueva experiencia. La columnista del The New York Times Liz Spayd analiza los contras que se pueden dar y uno de ellos es que los lectores se sientan “vigilados”. Para Spayd, la experiencia debe evitar que el público tenga la sensación de que se les priva de encontrarse por casualidad con grandes historias y en todo caso, debe contar con el lector como parte activa de la personalización.