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Código de Prácticas sobre Desinformación

Tras una primera y polémica primera versión lanzada en 2018, la Comisión Europea presentó ayer el Código de Prácticas sobre Desinformación una vez revisado. Se trata de una actualización de la primera edición, muy criticada por las partes implicadas debido a la falta de compromisos sustanciales.

El Código ahora contiene 44 compromisos y 128 medidas específicas, basados en una serie de valores, como son la desmonetización de las noticias falsas, la transparencia de la publicidad política, la reducción de los comportamientos de manipulación o la garantía de la integridad de los servicios online. Además, contempla otras claves para la lucha contra la desinformación, como es el empoderar a los usuarios para señalar la desinformación y acceder a fuentes autorizadas, permitir a los investigadores un mayor acceso a los datos de las plataformas online, apoyo a los verificadores de datos, la introducción de indicadores de nivel de servicio a nivel europeo, junto a la creación de un nuevo centro de transparencia y un grupo de trabajo para el escrutinio de estas informaciones.

News Media Europe (NME), que representa a los editores de noticias europeos, teme que las nuevas propuestas para abordar las noticias falsas online se centren “en los síntomas, en lugar de en sus causas subyacentes”. El Código presentado ayer “aún no aborda adecuadamente el papel de los algoritmos en la difusión de noticias falsas online”, critican desde NME.

En concreto, la NME lamenta la “opacidad del proceso de redacción” del Código, en contra de la afirmación de la Comisión, que habla de “resultado consensuado con todas las partes interesadas”. Otra de las partes criticadas desde los medios europeos es que el Código se refiere a “editores y plataformas involucradas en la venta de espacios publicitarios”, lo que, en su opinión, “crea confusión para los editores de prensa”. Y se refiere a “plataformas de medios” en lugar de “redes sociales”, como sugiere NME.

Para los editores de noticias europeos, entre los que se encuentran los principales medios de información españoles, las plataformas online deberían analizar qué pueden hacer ellas mismas contra la difusión de desinformación, evaluando críticamente sus algoritmos y modificándolos cuando sea necesario. “La regulación de contenido arbitrario, ahora incluida en la revisión del Código, no solo es perjudicial para la libertad de prensa, sino que también aleja la responsabilidad del problema de las plataformas tecnológicas”.

Wout van Wijk, director ejecutivo de News Media Europe, explica: “Esto socava la realidad de la responsabilidad editorial y legal que, por ejemplo, los editores ya tienen, mientras que las plataformas no. Es por eso que necesitamos que el Código garantiza que las plataformas online establecen procesos efectivos para tratar la desinformación, puesto que no están sujetas a responsabilidad editorial”.

En términos más generales, aunque News Media Europe reconoce los “tremendos esfuerzos” de los signatarios de este Código de Prácticas sobre Desinformación, los editores de noticias europeos estiman que las medidas incluidas “no hacen justicia al problema social que es la desinformación. El Código se queda corto en responsabilizar a los signatarios y en el desempeño para impulsar un cambio significativo en la difusión de la desinformación online”.

Este es el texto del Código de Practicas sobre Desinformación, en su versión actualizada: https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/library/2022-strengthened-code-practice-disinformation