Hoy 4 de enero se cumplen 140 años desde que veía la luz el primer ejemplar de La Voz de Galicia. Nacía con la intención de convertirse en el vehículo de expresión y defensa de los intereses y los anhelos de la comunidad gallega y que a lo largo de tres siglos ha terminado por convertirlo en referente y uno de los decanos de la prensa nacional.
Cuando en 1882 Juan Fernández Latorre decidió, junto a José M. Martínez y Antonio Prieto Puga, fundar un periódico y llamarlo La Voz de Galicia, pocos imaginaban el recorrido que tendría tres siglos después. A pesar de la competencia de otros diarios regionales, La Voz muy pronto se convirtió en el primer medio impreso de Galicia, un estatus que ha sabido mantener hasta nuestros días.
Un diario, que, como la mayoría, empezó con pocos recursos. Tan pocos, que en las primeras ediciones recurrían a otras imprentas para su publicación diaria. Aunque pronto contaron con un taller propio en el que utilizaban una máquina de impresión Marinoni movida a mano. Otro hito importante es que, al poco de su lanzamiento, para conmemorar la Primera República Española, apareció la primera cabecera del diario en letras góticas, que a día de hoy es una de las señas de identidad que han perdurado hasta nuestros días.
Con la llegada del siglo XX el mundo editorial evolucionó enormemente con a la aparición de nuevos recursos periodísticos en el diario. Se introdujeron las ilustraciones en la composición y en los nuevos talleres una máquina impulsada por vapor permitía tirar tres ediciones diarias. También fue de los primeros diarios en montar fotografías informativas en las noticias a principios de siglo XX.
Con el paso del tiempo, este esfuerzo por la innovación se vio recompensado con el posicionamiento del diario en la prensa no solo gallega sino también nacional. Las redacciones crecieron durante varias décadas al son del sonido de las máquinas de escribir y un periodismo reconocido. En 1953 se puso en marcha la edición de Ferrol, y en 1959 la de Santiago. A lo largo de los años sesenta se crean las de Carballo, Lugo, Vigo y Ourense. A principios de esa década se incorpora al diario Santiago Rey Fernández-Latorre, que termina siendo un referente del cambio vivido en el diario en la última mitad de siglo XX, tanto es así, que crean en su nombre la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, que trabaja en el campo de la comunicación, la educación, el medio ambiente y el impulso de actividades culturales.
De lo analógico a lo digital para adaptarse a los nuevos lectores
A principios de los noventa La Voz inicia su digitalización. Ese año se inauguran las instalaciones de la planta de impresión en el polígono de Sabón, en Arteixo, a donde a finales de 1999 se trasladarán la Redacción y los servicios centrales y donde continúa la sede principal de La Voz de Galicia. Además de iniciar su apuesta como grupo informativo multiformato con el nacimiento de Radio Voz al que se une el proyecto en el 2010 de V Televisión. El Día das Letras Galegas del 2000 comienza la verdadera apuesta digital con la puesta en marcha de lavozdegalicia.es para adaptarse a las nuevas tecnologías florecientes.
La adaptación a los cambios es un valor que ha sabido llevar con orgullo el diario, así, durante los últimos años, a la vez que ha seguido cuidando a los lectores del periódico impreso, se ha centrado en la floreciente apuesta por lo digital adaptándola a los nuevos modelos de comunicación. Por ello, en 2019 marcaron una nueva estrategia con la integración de la redacción de la edición impresa y la redacción digital para conseguir la optimización de tiempo y recurso en las redacciones y conseguir la mejor información posible para sus lectores.
En definitiva, como demuestra su historia, La Voz de Galicia es un ejemplo de perdurabilidad y buen periodismo. De cómo una redacción de apenas una decena de periodistas ha pasado a tener catorce delegaciones por toda Galicia y en Madrid y que consigue que cada noche, en 80 rutas atendidas por 180 repartidores se cubra todo el territorio gallego para llevar el periódico a los 2.300 puntos de venta y a los suscriptores.
