La desinformación en el conflicto entre Rusia y Ucrania se postula como poderosa arma militar
En las últimas semanas, Europa parece revivir el fantasma de la guerra fría que se vivió en todo el mundo durante más de 40 años por las discrepancias y los enfrentamientos no directos entre la órbita occidental capitalista, liderado por Estados Unidos, y la órbita oriental comunista, con la antigua Unión Soviética como cabeza visible.
Los movimientos de tropas en las fronteras que dividen a, precisamente, dos de los antiguos integrantes de la URSS, la hegemónica Rusia y la rebelde Ucrania, están siendo acompañados de una gigantesca campaña mediática, especialmente lanzada desde la inteligencia rusa, que pretende generar apoyos más allá de los límites del estado más grande del mundo.
Son varios los expertos internacionales, verificadores, medios de comunicación y organizaciones que luchan contra la desinformación quienes están alertando sobre la supuesta profusión de bulos lanzados desde los medios de comunicación rusos que pretenden, aseguran, “utilizar como elemento clave para desestabilizar Ucrania”.
Pero no solo son los medios de comunicación, como la televisión nacional rusa, quienes inundan las webs de todo el mundo con noticias que, denuncian, “tergiversan la realidad” y ofrecen una “imagen distorsionada” de la situación entre los dos países. La maquinaria se ha encontrado con un aliado tan poderoso como las redes sociales para la difusión de esa imagen, con “noticias falsas o conscientemente incompletas” controladas desde el Kremlin con el objetivo de “influir en la opinión pública”, como apuntan desde la EUvsDisinfo. Se trata de un proyecto europeo externo a las instituciones comunitarias y vinculado al Servicio Europeo de Acción Exterior, desde el que, asegura, esa campaña de desinformación no solo se dirige a las poblaciones rusas y ucranias, “sino también a la de sus países vecinos, la Unión Europea y los Estados Unidos”.
El Departamento de Estado de EEUU denuncia “desinformación y propaganda”.
Precisamente, desde el Departamento de Estado norteamericano, que trabaja junto al sistema interinstitucional del gigante de las barras y las estrellas, han publicado que cuentan con “conocimiento sobre determinadas entidades militares y de inteligencia que llevan adelante una guerra de información dirigida a Ucrania”. Actividades que, alertan, incluyen la difusión de “desinformación y propaganda” orientadas a mostrar a Ucrania y a funcionarios del gobierno ucraniano “como la parte agresora en la relación entre Rusia y Ucrania”. El propósito de estas medidas, aseguran desde EEUU, “es influenciar entre los países occidentales para que crean que el comportamiento de Ucrania podría provocar un conflicto global y convencer a ciudadanos rusos sobre la necesidad de acciones militares rusas en Ucrania”.
Entre algunos ejemplos de supuestas “falsedades rusas” sobre la crisis actual y sus causas, el organismo estadounidense enumera algunas como “Occidente está empujando a Ucrania a un conflicto”, “El envío de fuerzas combatientes por Rusia es tan solo una medida de reubicación de soldados en su propio territorio” o “Estados Unidos ha planificado ataques con armas químicas en Donbásii”, una de las áreas en conflicto en territorio ucranio.
Veremos en las próximas semanas si se tanta desinformación sigue poniendo en jaque la paz y la estabilidad en Europa.