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Demanda Francia a Google

La Autoridad de la Competencia de Francia acaba de anunciar que impone una multa de 250 millones de euros al gigante tecnológico Google en el contencioso sobre la remuneración de los contenidos de los medios de información. La Autoridad estima que la compañía ha incumplido la obligación de facilitar la información económica necesaria para que los editores puedan negociar en condiciones razonables el valor de su derecho. También entiende que ha impedido que los editores puedan oponerse a que sus contenidos sean utilizados para el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial con garantías de que la visibilidad de sus contenidos no se verá afectada en el conjunto del ecosistema digital, puesto que considera que no tiene ninguna voluntad de negociar con ellos.

Google ha estado durante años en el punto de mira de la Autoridad de la Competencia francesa por la forma en que utiliza el contenido de los editores de noticias en sus resultados de búsqueda. Por ello, en 2022 asumió una serie de compromisos vinculantes para negociar acuerdos de licencia justos, entre los que se incluía el compromiso de dar a los editores estimaciones de los ingresos indirectos que genera al incluir contenido de noticias en sus resultados de búsqueda.

La Autoridad gala de la Competencia afirma que Google ha incumplido los compromisos de negociar “de buena fe”, así como que tampoco ha proporcionado a los editores de noticias la información para que puedan evaluar de forma transparente su remuneración por derechos de autor. Google tampoco ha cumplido con su compromiso de cooperar con un fideicomisario encargado de supervisar el cumplimiento de sus compromisos.

Cuarto paquete de sanciones en favor de los medios de información.

Esta sanción sobre Google es la cuarta decisión de la Autoridad de la Competencia de Francia en cuatro años acerca del uso de contenidos de los medios protegidos por derechos de autor. Y todas ellas derivan de la ley francesa de julio de 2019, que trasponía la Directiva europea de abril de ese mismo año con la que se pretendían establecer las “condiciones de una negociación equilibrada” entre los medios de información y las plataformas digitales.

El objetivo del organismo francés es diseñar un marco en favor de la prensa sobre el reparto de la remuneración por sus contenidos, que además tengan en cuenta los grandes cambios del sector, en particular por el incremento de las audiencias digitales, que están absorbiendo a los lectores de prensa de papel, y porque son esas plataformas las que captan buena parte de la publicidad online.

En 2020, el regulador francés ya ordenó a Google negociar el pago con editores y agencias de noticias para cumplir con una directiva de la Unión Europea de 2019, que les otorgaba nuevos derechos para exigir una remuneración por el uso de sus contenidos protegidos. Un año después, el regulador francés multó a Google con 500 millones de euros, alegando que la empresa había incumplido las órdenes de negociar acuerdos remunerados con los editores de noticias, lo que llevó a Google a presentar una serie de siete compromisos en el año 2022.

En su última decisión, la autoridad declaró que Google había utilizado contenidos de agencias de prensa y editores de noticias para entrenar el modelo de base de su chatbot Bard de inteligencia artificial, ahora rebautizado Gemini, sin notificárselo ni ofrecerles opciones para excluirse, al menos hasta el 28 de septiembre del año pasado.

Esta multa supone el último eslabón del debate mundial sobre lo que los gigantes tecnológicos deben pagar por mostrar el contenido de los editores de noticias en sus plataformas, así como utilizarlo sin ofrecerles ninguna remuneración, por ejemplo para entrenar a sus modelos de inteligencia artificial.