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Lucha contra la piratería en el fútbol

Casi uno de cada cuatro partidos de fútbol se ve de forma pirateada. Y en la literatura los datos son incluso peores. Por eso, La Liga y CEDRO han empezado a trabajar juntas para intentar frenar las pérdidas que, solo en 2020, ascendieron en España a 2.416 millones de euros.

Según el Observatorio Antipiratería de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenido, casi uno de cada cuatro partidos de fútbol se ve de forma pirateada. Y si vemos las cifras en la literatura, los datos son incluso peores. Como asegura Lucía Pastor, directora de Antipiratería del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), por cada libro que se compra de forma legal, se piratean tres.

Con la misma problemática, ambas instituciones, La Liga y CEDRO, han empezado a trabajar juntas para intentar frenar las pérdidas que, solo en 2020, ascendieron en España a 2.416 millones de euros, de acuerdo con el informe anual de la Coalición de Creadores.

Para su lucha contra la piratería, ambos organismos cuentan con la ayuda de una herramienta innovadora llamada Pasteur y cuyo proyecto ha sido liderado por Emilio Fernández del Castillo, director de operaciones de LaLiga Content Protection, filial de LaLiga Tech. Se trata de un equipo multidisciplinar de más de 50 expertos en ciberseguridad, desarrolladores, especialistas en redes sociales e ingenieros informáticos, y que en un principio dieron vida a esta herramienta para hacer más fácil la detección de dominios piratas que ofrecen la señal de partidos en directo.

La Inteligencia Artificial como herramienta antipiratería.

Como explica Fernández del Castillo, “antes teníamos que buscar manualmente cada página, una por una, pero esta herramienta está entrenada con Inteligencia Artificial para identificarlas automáticamente. Además, también controla los nuevos dominios a los que se trasladan rápidamente los piratas cuando son detectados”.

Igual que sus herramientas creadas anteriormente, Marauder o Lumiére, este nuevo sistema también se ha exportado a otras ligas profesionales para combatir la piratería, como la primera división del fútbol belga o la Jupiler Pro-League. También la están utilizando cadenas de televisión, como Sky Sports en México, o CEDRO aquí en España. Tal y como explica Pastor, representante de la entidad: “Solemos coincidir en foros y, cuando nos explicaron esta herramienta, nos interesó. Nosotros ya contábamos con un servicio 24 horas para detectar copias piratas en la RED (SAD) así como de una aplicación propia para hacer automáticamente la denuncia (SEA) de una página cuando ésta es localizada.

Ambas entidades siguen trabajando en la herramienta de manera conjunta para que tenga el mismo grado de efectividad, buscando tanto contenidos editoriales piratas como retransmisiones de fútbol ilegales.  Pasto aclara que “cada dos semanas, nos ofrecen una lista de las páginas detectadas y nos reunimos para analizarlas y enfocar bien qué debe buscar la herramienta y cómo entrenarla para mejorar los resultados. Es como hacerse un traje a medida”.

Estas mejoras deberían resultar en un menor número de libros, periódicos, revistas y partituras piratas, pero en el año 2020, este sector fue uno de los pocos junto con el del videojuego dónde creció la piratería. Mientras, LaLiga ha logrado disminuir de 87 a 71 millones el visionado de partidos ilegales, con el bloque adicional de cerca de un millón y medio de vídeos en redes sociales.

Alerta ante la amenaza de las redes sociales.

Para CEDRO, también es clave el rastreo de redes sociales, así como los servicios de mensajería como WhastApp o Telegram, dado que en ellos se han detectado un incremento de la distribución ilegal de libros, periódicos, revistas y partituras y en los que se han localizado más de 1.000 grupos y se han eliminado unas 20.000 publicaciones.  “Son archivos que pesan muy poco y, por lo tanto, muy fáciles de distribuir en aplicaciones de mensajería o en redes sociales”, aclara Lucía Pastor, de CEDRO.

Para su colega de LaLiga, Fernández del Castillo, “a los piratas cada vez se les hace más difícil el acceso a contenido ilegal. Detrás de esta actividad siempre hay alguien que se lucra de los legítimos creadores, por lo que es importante hacer esfuerzos para frenarla”.